Recientemente se finalizó la reforma integral que se estaba llevando a cabo en una vivienda de la calle Berlín de Barcelona. En esta, se rehabilitaron todas las estancias del inmueble y también se equipó por completo la cocina y el baño.

Se trata de un piso muy amplio, atributo que se aumentó al pintar las paredes en color blanco e instalar un pavimento de parquet laminado en tono de madera natural. Gracias al nuevo entramado eléctrico e iluminación, en las estancias se tienen mayor sensación de amplitud. Los finos acabados en marcos y puertas también contribuyen a crear un clima más acogedor y cómodo.

La reforma de cocina se distribuyó a dos frentes, quedando en un lado el fregadero y el otro una placa vitrocerámica de cuatro fuegos. Ambos se colocaron sobre amplias encimeras, con lo que se consiguió una amplia zona de trabajo para poder realizar cualquiera de las tareas diarias de una cocina. Además, la cocina se equipó con todos los electrodomésticos necesarios.

Por otro lado, se realizó la reforma de baños, en concreto esta vivienda contaba con dos. En ambos casos se rehabilitó de una forma similar y se equiparon con los mismos elementos sanitarios, compuestos por un lavabo con mueble, un inodoro y una ducha protegida con una mampara. La principal diferencia entre ellos se encuentra en la decoración utilizada en cada uno.

Con esta reforma integral se consiguió el necesario cambio de aspecto que necesitaba la vivienda, consiguiendo también la satisfacción del propietario.